yo llevaba mi camisa de rayas rojas y blancas, y tú como si nada...
ya sabíamos nosotros que ésto no iba a acabar tan bien, que si aquella noche nos abrazamos y nos "reconciliamos" no fue más que una (corta) tregua. que no podemos vivir el uno con el otro ni el uno sin el otro. a mí no me engañáis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario